La satisfacción de enseñar

Como profesor es para mí una gran satisfacción cuando mis alumnos aprenden lo que les intento enseñar. A veces se consigue y, otras veces no, pero cuando esto sucede me siento recompensado. Y más todavía cuando recibo felicitaciones por mi trabajo. De hecho, esta entrada la escribo motivado por un correo electrónico que acabo de leer de Daniel M. (estudiante de informática de la UNAM México), en la que me dice:

"...mi vida cambió a partir de que encontré por casualidad tu página."

"...desde que leí tu libro y comprendi cual fácil es, o puede ser, experimentar con un lenguaje tan poderoso como lo es C, partiendo de cuestiones tan elementales."

La verdad es que no tengo mucho tiempo, ya que, con el trabajo y la familia se me va mucho tiempo. Pero, raro es el día que no me quedo dormido delante de la pantalla hasta altas horas de la noche, que es cuando suelo dedicarme a mis libros y proyectos.

Así pues, es para mí una gran satisfacción recibir mensajes de felicitación como el de Daniel y, además, me da nuevas fuerzas para continuar escribiendo los libros que tengo en proyecto.

También quiero que sirva este artículo para motivar a todos los docentes en su trabajo, ya que, es un arduo trabajo, muchas veces poco reconocido. Sin embargo, cuando menos te lo esperas puedes recibir felicitaciones, como me ocurre a mí, esta vez desde México.

¡Ánimo a todos los docentes!

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